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1. La Siguanaba
Una de las más conocidas. La Siguanaba aparece como una mujer hermosa que atrae a los hombres infieles para luego mostrarles su verdadero rostro: el de una calavera espantosa. Se dice que vaga por ríos y quebradas en las noches.
2. El Cipitío
El hijo maldecido de la Siguanaba. Con apariencia de un niño pequeño, sombrero grande y pies al revés, el Cipitío es travieso y se alimenta de ceniza. Simboliza la picardía y la inocencia perdida.
3. El Cadejo
Existen dos versiones: el Cadejo blanco, que protege a los viajeros, y el Cadejo negro, que representa el mal y la perdición. Se aparece en caminos solitarios, sobre todo en la madrugada.
4. La Carreta Chillona
Una carreta fantasmal que recorre los pueblos en la oscuridad. Se dice que no tiene bueyes ni conductor, pero emite un ruido escalofriante. Representa un presagio de muerte o desgracia.
5. El Padre sin Cabeza
Se trata del espíritu de un sacerdote que vaga por las calles coloniales como penitencia eterna. Su figura sin cabeza ha sido relatada en ciudades como Suchitoto y Santa Ana.
6. El Tabudo
Un gigante deforme que aparece en los cafetales y caminos rurales. Se dice que castiga a quienes se burlan de las personas con alguna discapacidad.
7. La Descarnada
Un alma en pena que se aparece como una mujer seductora. Al acercarse, revela su verdadero cuerpo en estado de putrefacción, causando terror a quien la sigue.